El aceite de pescado es un suplemento sobre el cual cada vez más y más investigaciones demuestran su gran utilidad.

Gracias a sus numerosos beneficios sobre la expresión génica, he sido bastante efectivo en incrementar la pérdida de grasa en dietas hipocalóricas, lo mejor de todo es que además al  parecer los sujetos son capaces de ganar masa muscular al mismo tiempo.

Al parecer es capaz de inhibir ciertas enzimas las cuales juegan un rol importante en la quema de grasas aumentando además algunas enzimas lipogénicas o de quema de grasas, aunque principalmente ejerce este efecto de quema de grasas gracias a la adiponectina.

La adiponectina es un polipéptido secretado por los adipocitos el cual es capaz de mejorar la sensibilidad a la insulina (necesitaremos menos insulina para una mayor respuesta, reduciendo el almacenamiento de grasa) y los niveles de triglicéridos, todo esto crea un ambiente muy bueno para quemar grasa y perder peso, pero también es capaz de incrementar la actividad de la tiroides, aumentando nuestro metabolismo y además incrementando la producción de óxido nítrico.

El problema es cuando la producción de esta disminuye, pues pasa exactamente lo contrario.

En última instancia, ayuda a reducir los niveles de cortisol elevados los cuales suelen darse durante la dieta, unos niveles elevados de esta hormona aumenta el almacenamiento de grasa y el catabolismo proteico, algo que no deseamos.

Como dosis para perder peso, debemos tomar entre 3 y 6 gramos de aceite de pescado al día en forma de suplemento (esto es mucho más que suficiente para obtener todos sus efectos), este debe de ser de calidad ya que los más baratos acaban saliendo caros debido a la gran cantidad de solventes que tienen, desestabilizando los ácidos grasos de este aceite y formando radicales libres, perjudicando así a nuestra salud.